Es sabido que en los últimos años muchas empresas en Chile y en el mundo han decidido adoptar prácticas y criterios ESG (Environmental, Social, Governance) como parte esencial de sus prácticas y estrategias de negocio.
Lo que quizás no muchos sepan, es que la adopción de criterios ESG no solo está cambiando la forma de hacer negocios de estas empresas, sino también la manera en cómo son valoradas por inversionistas y otros stakeholders.
En efecto, los criterios ESG son la respuesta a una creciente demanda de inversionistas, clientes, colaboradores, partners, comunidades y de la sociedad en general. Estos criterios buscan que además de generar beneficios económicos, las empresas sean capaces de contribuir al desarrollo sostenible. No es meramente un acto filantrópico, es una estrategia win-win, con la que todos ganan.
Las compañías que adoptan criterios ESG suelen ser percibidas como menos riesgosas y mejor preparadas para enfrentar desafíos futuros, lo que puede resultar en un valor de mercado superior.
Adicionalmente, las empresas con prácticas ESG han demostrado ser más resilientes y han obtenido mejores rendimientos que sus pares o competidores en tiempos de crisis.
Estas empresas además acceden a un espectro más amplio de inversionistas, como son los fondos de inversión sostenibles, u otros similares que tamboién están interesados en financiar empresas responsables. Esta mayor atención se traduce en una mayor demanda de acciones de la empresa, y con ello, en un incremento de su valor de mercado.
En Valuartis somos conscientes de este nuevo paradigma y hemos decidido incorporar el cumplimiento de criterios ESG en nuestros modelos de valorización. De esta manera, luego de una evaluación estandarizada de cumplimiento, nuestros modelos de valorización incorporan ajustes de primas a partir del análisis estadístico del sobreprecio que los inversionistas pagan por empresas ESG.
¿Interesante no?
ESG es más que un simple acto de responsabilidad corporativa; es una estrategia inteligente que puede aportar un valor considerable. Los beneficios pueden variar desde un mejor acceso a la financiación, la mejora de la reputación, hasta una mayor lealtad por parte de los clientes y la capacidad para atraer y retener a los mejores talentos.
Y lo más importante, contribuye a la construcción de un futuro sostenible.
Me parece que es una travesía que vale la pena realizar.
¿Y tú, estás listo para subir a bordo?
Rodrigo Peña A.
Managing Partner
